Amado Fuguet V.
Para que un plan de comunicación interna esté mejor concebido, es muy conveniente contar con un diagnóstico. Se trata de un proceso complejo que implica un esfuerzo (y una metodología apropiada), pero es muy necesario.
A través de encuestas, grupos de enfoque, entrevistas, observación y análisis, se pueden obtener conclusiones generales y específicas sobre los procesos comunicacionales de una organización.
Esta evaluación, a través de un conjunto de variables, permite conocer la madurez comunicacional de una organización, la efectividad de sus medios, las características del comportamiento dialogante de los gerentes, jefes y grupos, así como la percepción que tiene el personal sobre el intercambio y contenido de mensajes.
Al indagar hasta qué punto la gente se siente debidamente orientada e informada, se puede obtener data y tendencias que facilitan conocer si los temas estratégicos, operativos, y aquellos asociados a la cultura organizacional y a los asuntos que atañen a los individuos, son apropiadamente gestionados.
Diagnosticar si la comunicación genera integración y motivación es también valioso para planificar iniciativas apropiadas.
Y uno de los aspectos que debe ser auscultado es el grado en que la gente se siente escuchada, si sus ideas y opiniones son consideradas, si sus inquietudes son abordadas y si sus dudas son aclaradas.
El diagnóstico, sobre todo si se fundamenta en encuestas, permite contar con indicadores de gestión comunicacional, que ayudan a establecer metas dentro de los objetivos que se establezcan en el plan de comunicación interna que se diseñe.