La gestión de malas noticias en la organización

Amado Fuguet V.

Dentro del rol comunicacional de los gerentes, mantener informados oportunamente y en forma transparente a los colaboradores sobre las decisiones que se adopten en la organización y que tengan impacto en el grupo o los individuos, es crucial.malas noticias

Sin embargo, los gerentes generalmente son más proclives a asumir la vocería cuando las decisiones son favorables o auspiciosas. Pero eluden hacerlo cuando se trata de malas noticias.

Y es precisamente en estos casos cuando mayor se requiere que se ejerza el rol  comunicador por parte de los gerentes. No hacerlo puede traer consecuencias peores, como la generación de rumores que pueden generar mayor incertidumbre, o la pérdida de confianza por parte de los colaboradores con sus supervisores.

Hacerlo requiere determinación, en primer término. Ser portador de malas noticias, como un recorte de presupuesto, la postergación de un proyecto o la salida de personal, por ejemplo; exige una dosis de coraje.

Puede ser incluso más incómodo cuando el gerente que actúa como vocero no está muy de acuerdo con el  mensaje o con la decisión. Pero forma parte de su responsabilidad.

Como bien lo señalaba recientemente un artículo de la Harvard Business Review, lo recomendable es evitar ofrecer la información sin previamente averiguar bien cómo fue adoptada la decisión, quienes intervinieron, qué otras opciones había, y las razones de fondo. Mientras mejor se esté en conocimiento no sólo del qué, sino también del por qué y el para qué, el gerente podrá afrontar mejor este rol de dar malas noticias.

Ser directo, transparente y, sobre todo ofrecer orientación sobre el contexto de la decisión que se trate, será mejor apreciado al final por los colaboradores, que se les oculte información o trate de manipular.

 

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