Entorno y confianza

Amado Fuguet V.

Los entornos complejos pueden ser constructivos, riesgosos o destructivos para las organizaciones.

En el primer caso, la complejidad es un oportunidad, en el segundo un reto, y en el tercero una amenaza.

Cuando son constructivos, se asumen con confianza. Existen cambios permanentes en el mercado, en la economía o en la tecnología, para mencionar tres ámbitos del entorno, que obligan a tomar previsiones, a planificar y a desarrollar iniciativas y proyectos que permitan el crecimiento de la empresa.Entorno

Cuando son riesgosos, existen inseguridades sobre el desenvolvimiento de variables como la economía, las regulaciones o la disponibilidad de recursos, y que obligan a asumir los proyectos y las operaciones como desafíos y con un seguimiento riguroso en su ejecución y desarrollo, para sobrevivir o al menos crecer con cautela.

Pero cuando son destructivos, los entornos pueden minar absolutamente la confianza. Las variables económicas, las del mercado, las sociales y las políticas, se convierten en un freno para el crecimiento de las organizaciones, y en algunos casos llevan a la retirada.

Es inevitable, en este sentido, que las empresas se preocupen permanentemente por hacer seguimiento a los acontecimientos del presente y a hacer proyecciones sobre el futuro del entorno; ya que sus planes dependen del contexto en el cual se invertirá y trabajará.

Pero además, se ven obligadas a prever cómo ese ambiente externo las impacta internamente.  En buena medida, la confianza interna depende de la respuesta o las acciones que emprenda la organización ante el entorno, en cualquiera de sus complejidades: constructivas, riesgosas o destructivas.

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