Amado Fuguet V.
Generalmente en las organizaciones, cuando se asume el reto de mejorar las comunicaciones internas, se hace un intenso esfuerzo por sensibilizar y fortalecer las herramientas de ejecutivos, gerentes, supervisores y jefes en general.
Es una estrategia adecuada, dado que para quienes tienen estos roles es indispensable el desarrollo de competencias comunicacionales que les permitan ejercer sus cargos con mayor efectividad y liderazgo.
Pero puede ser insuficiente si no se hace un esfuerzo similar en el desarrollo de las habilidades comunicacionales de quienes colaboran con ellos.
Bien sean en las áreas operativas, en las de mercadeo y ventas, en las administrativas, en las de transporte y logística o en las de apoyo en general, la comunicación es necesaria para que todos quienes intervienen en los diferentes procesos organizacionales hagan que éstos sean efectivos.
Por ello, la tríada Dirección-Cargos Medios-Trabajador debe compartir comportamientos similares que generen una cultura comunicacional coherente en los tres niveles.
La sensibilización sobre la importancia de la comunicación interna debe proyectarse en los tres niveles, así como la capacitación correspondiente para que todo el personal, cada quien en su trinchera, sepa cómo comunicarse integralmente con sus interlocutores, en su mayoría internos, pero también con actores externos como clientes y proveedores.
Los miembros de equipos de trabajo, por ejemplo, requieren desarrollar sus competencias comunicacionales en función de que los objetivos comunes puedan alcanzarse. Saber intercambiar información, tomar decisiones en forma participativa y coordinar la ejecución de las tareas, requiere una alta dosis de comunicación.
Es un reto para quienes lideran la organización y para quienes están a cargo de desarrollar y ejecutar estrategias de comunicación interna, preparar a los trabajadores para que puedan ser más productivos y construyan un adecuado clima de trabajo.