Amado Fuguet V.
Las organizaciones requieren generar más conversaciones entre sus actores internos en la medida en que el entorno les impone condiciones apremiantes que trastocan la normalidad de sus procesos.
Las políticas públicas de cada país, el comportamiento y las restricciones de la economía y del mercado, así como las regulaciones y leyes y el modelo de aplicarlas; impactan la gestión.
Estas circunstancias exigen liderazgo y gerencia interna, tanto para comprender estas tendencias, como para establecer prioridades, idear planes de acción e incluso gestionar el efecto que pudiera generarse en el clima interno.
Toda contingencia hace imprescindible una mayor y más efectiva comunicación interna. Los gerentes deben buscar espacios y momentos de establecer conversaciones entre y dentro de las distintas unidades de la organización.
Cuando las situaciones del entorno crean desequilibrios y generan alertas de riesgos, hace falta dirección. El liderazgo debe orientar sobre el rumbo a seguir. Pero debe además integrar y mantener la motivación.
Un entorno hostil o adverso requiere mucha escucha y observación. Tanto para conocer y comprender lo que está pasando afuera, como las consecuencias inmediatas o hacia el futuro que tales realidades tienen sobre el comportamiento y la gestión organizacional.
En situaciones críticas los gerentes deben hacerse muchas preguntas. ¿Cómo se impacta la estrategia y el futuro? ¿Cómo se afectan las operaciones, la comercialización, las ventas, las finanzas y los procesos de apoyo? ¿Qué repercusiones habrá en el clima laboral?
Para encontrar las respuestas, líderes y gerentes tienen que asumir y hacer efectivo su rol como comunicadores.