Amado Fuguet V.
Integrar grupos, equipos e individuos en las organizaciones es una de las misiones asociadas a las comunicaciones internas.
La integración es una necesidad que puede generarse cuando hay:
-Comportamiento de silos departamentales.
-Confrontación hostil entre individuos o grupos.
-Desánimo grupal.
-Falta de sentido de equipo.
-Situaciones de cambio y desarrollo de proyectos que requieren cohesión.
-Dispersión en la comprensión de objetivos.
En varias de estas situaciones se requiere aunar conceptos o criterios divergentes o solapados. En otras la exigencia es crear coaliciones ganadoras. En algunas, garantizar la fluidez de procesos. En fin, la integración es constituir un todo que genere más valor para la organización.
Esta debe ser una de las prioridades en la agenda blanda de los líderes de las empresas e instituciones. No sólo se obtiene coherencia a través de normas y políticas claras, sino a través de acciones y mensajes que logren coordinar y fusionar propósitos y talentos en función de objetivos comunes.
Crear equipos, activar redes de enlace, realizar actividades de trabajo y extra-laborales integradoras, así como promover una cultura de comunicación abierta, constituyen iniciativas que las organizaciones deben auspiciar.
La integración debe ser uno de los asuntos clave en las pautas de contenidos de los medios de comunicación internas, a través de los cuales deben destacarse retos, actuaciones y logros generados a través de la sinergia.
Integrar es uno de los grandes retos que las organizaciones deben asumir. Las comunicaciones internas efectivas constituyen el gran aliado para este sano desafío.