Amado Fuguet V.
El diálogo que han venido propiciando varios organismos del sector privado venezolano con diferentes sectores del país representa una gran oportunidad para que se aborde la solución de asuntos que son de interés común para los actores con los cuales interactúan los empresarios.
Los interlocutores más relevantes deben ser los trabajadores. El intercambio institucional de sus correspondientes órganos representativos puede generar frutos en cuanto al hallazgo de propuestas convergentes de gran impacto nacional, que se conviertan en lineamientos generales que incluso puedan conllevar a acuerdos con otros actores, especialmente con el mundo político.
Pero este diálogo debe ir mucho más allá de la relación institucional entre los gremios que representan a las empresas y los sindicatos o agrupaciones laborales.
El gran reto del sector privado es que cada empresa logre desarrollar procesos de comunicación interna en sus organizaciones que permita ir acercando y estrechando la relación entre quienes lideran las empresas, tanto dueños como gerentes, y sus colaboradores.
El buen clima laboral dentro de las empresas depende en alto grado de que exista un diálogo abierto que vaya minimizando progresivamente el silencio y el autoritarismo que caracteriza muchas de las culturas organizacionales.
Existen cada vez más casos en Venezuela donde esto se ha logrado, a través de una gestión gerencial que le ha dado la importancia estratégica que tiene la comunicación organizacional para el logro de los objetivos de las empresas e instituciones, pero también para tener una coherencia y un respaldo mutuo ante las amenazas del entorno.