La comunicación participativa mejora
los procesos de toma de decisiones
Amado Fuguet V.
Tanto en niveles ejecutivos como en los operativos, los gerentes que propician una discusión abierta sobre problemas u oportunidades sobre los cuales hay que adoptar decisiones, logran una calidad superior en la solución y un compromiso mayor para que la ejecución sea exitosa.
Muchas veces los gerentes se preguntan por qué no existe un mayor compromiso en sus equipos de trabajo con la ejecución de un proyecto, en la solución de un problema o en el aprovechamiento de oportunidades.
Varios factores podrían constituir la razón, según la realidad situacional de cada asunto. Pero uno de ellos, tal vez el más poderoso, es el grado de apertura comunicacional que existe y que condiciona el nivel de participación de los miembros de los equipos, tanto de aquellos pertenecientes a una unidad organizacional, como aquellos que cruzan distintas unidades organizacionales.
De allí la importancia de la comunicación participativa, en la cual el gerente propicia un diálogo abierto con todos aquellos que pueden aportar valor en la toma de decisiones y en su ejecución. Mientras mayor es el intercambio de ideas y en tanto más se delegan decisiones, aumentan las probabilidades de que éstas sean de una calidad superior y de que la ejecución correspondiente se realice con mayor compromiso.
Cuatro niveles
La comunicación participativa es, en realidad, la otra cara de una misma moneda, en la cual se refleja también el liderazgo participativo. Uno depende del otro, ya que según el comportamiento del líder y de sus seguidores, puede lograrse un grado de comunicación menor o mayor.
El profesor de la Universidad de Nueva York, Gary Yukl, en Liderazgo en las organizaciones, ha dicho que la mayoría de los teóricos organizacionales aceptaría cuatro procedimientos de decisión que privarían en la cultura empresarial:
Decisión autocrática: el directivo toma la decisión por sí mismo sin pedir las opiniones o sugerencias de otros. Allí la participación es nula.
Decisión consultiva: el directivo pide a otras personas sus opiniones e ideas, y después toma la decisión por sí mismo, tras haber tenido en cuenta las sugerencias planteados. Allí hay una participación baja.
Decisión conjunta: el directivo se reúne con otros para discutir el asunto sobre el que hay que decidir y toman una decisión entre todos, en la cual el mismo directivo tiene el mismo peso que los demás. La participación es media.
Decisión delegada: el directivo otorga a un individuo o grupo la autoridad y responsabilidad de tomar la decisión; aunque el directivo especifica los límites que confinan la elección final, y puede que se necesite su autorización previa o no antes de su implementación.
De estos cuatro niveles o esquemas que describe Yukl y que configuran diferentes estilos para la toma de decisiones, se puede observar que el gerente mientras más escucha y confía en su equipo, mientras más propicia el debate entre todos sobre un asunto, está logrando un nivel de comunicación más participativo.
Ventajas
Cuando se va a adoptar una solución ante un problema estratégico u operativo, o bien cuando se va a escoger una oportunidad y la forma de aprovecharla; siempre será de mayor calidad si se contrastan la opiniones e ideas que puedan tener los participantes.
La apertura comunicacional tiene muchas ventajas, ya que generalmente los miembros de un equipo tienen conocimientos y experiencias prácticas que, si son colocadas en la mesa de discusión, enriquecen el diálogo. Es mejor tener tres ideas que una sola. La mezcla puede ser muy productiva en muchos casos.
Cuando no hay comunicación participativa se corre el riesgo de perder soluciones creativas. Ello coarta la posibilidad de innovar y de aprovechar buenas ideas que puedan surgir de equipos e individuos en la organización.
Hay otras ventajas. Una de ellas es que al influir en la toma de decisión, los miembros del equipo se identifican con ella, la hacen suya y, por lo tanto, se dispara la motivación para implementarla en los tiempos y con la calidad esperada e, incluso, superior. Incluso, se convierten en agentes promotores de la medida y de defensores ante aquellos que por alguna razón se resisten a seguirla.
Por otra parte cuando hay comunicación participativa en la toma de decisiones, los individuos se sienten escuchados y, con ello, más satisfechos, lo cual puede ayudar a mejorar el clima organizacional.
Este estilo ayuda a fortalecer los equipos, ya que la dinámica de comunicación abierta es un antídoto para el trabajo individual o grupal egoísta que lleva a la cultura de silos organizacionales.
Asertividad
La comunicación participativa implica que los líderes permiten que todos puedan expresarse libremente, con asertividad, característica esta última considerada como su principal atributo.
Esto significa que la exposición de ideas contrastantes se realiza sin temor, con confianza, ya que son escuchadas por los demás con respeto, aún cuando no haya acuerdo o sean opuestas. Esto es muy valioso para tomar decisiones mejor razonadas y estructuradas.
Como alguna vez dijo Peter Drucker: “Si usted obtiene un rápido consenso en un asunto de gran relevancia, no tome la decisión. La aclamación inmediata significa que nadie ha hecho la tarea”.