Empleadores

Amado Fuguet V.

Las empresas tienen un significado para quienes las promueven y para quienes son sujetos del fin que cumplen y que generalmente se plasman en los enunciados de misión, especialmente los clientes a quienes sirven o dirigen sus productos.

Pero además,  son empleadoras. Según su escala y al área de especialidad, tienen un impacto de mayor o menor nivel en la generación de puestos de trabajo.

Mientras más empresas existan, más empleos habrá. Esta capacidad de generación de oportunidades laborales va más allá de lo que directamente requiera la empresa. Se amplía porque las empresas requieren insumos y servicios de otras, lo que ayuda a un crecimiento exponencial de empleadores.

Algunos Estados compiten con la empresa privada en este rol. Las instituciones y organismos gubernamentales, claro está, también producen empleo. Crear instituciones, sin embargo, tiene un límite. La vocación emprendedora privada-individual o en agrupaciones-,  es insustituible. Los Estados pocas veces crean empresas y cuando éstas son exitosas, que las hay, son la excepción. Hay Estados que toman empresas creadas por el sector privado y, nuevamente, muchas veces terminan fracasando.

Aún acosadas, las empresas venezolanas buscan seguir existiendo, aunque muchas están cerrando. Hay  emprendedores que inician sus proyectos, otros los congelan. Pudiera haber más empleadores. El entorno limita este potencial.

En todo caso, las que siguen o abren, además de crear empleo, deben procurar que el trabajo que generen sea de calidad  y que el clima laboral interno sea más sano. Brindar a la gente posibilidades de trabajar no es suficiente. Hacerlo responsablemente es una virtud que valora más el rol que las empresas tienen en la sociedad como empleadoras.