Amado Fuguet V.
“La labor de comunicación hoy en día es indispensable”, decía la semana pasada Mónica Ortin, especialista en asuntos laborales, durante una intervención en el foro Perspectivas Económicas 2010 de Venamcham.
Argumentaba que el escenario laboral de este año se caracteriza, entre otras variables, por la erosión del liderazgo sindical, la multiplicación de sindicatos y el estímulo oficial a nuevas formas de representación laboral, así como por la poca conciencia entre los trabajadores del impacto del entorno económico y del racionamiento eléctrico sobre las empresas.
Recomendaba Ortín que los gerentes deben mantener el más alto nivel de cumplimiento de las disposiciones legales, atender de manera inmediata a las necesidades de los trabajadores y redefinir el concepto del salario, involucrando elementos más sociales. Pero insistió en que la comunicación interna es determinante.
De acuerdo. Y agregaríamos que, dadas las circunstancias, la gestión de comunicación no debe limitarse a los contenidos difundidos a través de medios internos, como boletines, revistas, carteleras y plataformas electrónicas. Son útiles e indispensables. Pero el entorno laboral exige una participación activa de todo el cuerpo gerencial y de supervisión en procesos comunicacionales efectivos con el personal.
Hemos dicho que aquellas empresas que han cosechado climas organizacionales basados en el respeto mutuo y el diálogo entre la dirección y el personal, tienen más espacio para actuar. Es más probable en ellas el compromiso y la identificación, factores que ayudan a construir un muro de contención ante los embates del entorno.
Las nuevas realidades obligan más que nunca a orientar, informar, motivar y escuchar a la gente en las organizaciones.
Fuguet Comunicación y Cambio 
Que buena cuartilla. Una breve clase de la relevancia de las buenas comunicaciones organizacionales.