Amado Fuguet V.
Uno de los aspectos que los gerentes deben comprender en su rol de líderes es el proceso de la percepción y su impacto en la comunicación y el comportamiento organizacional.
Los individuos, según han definido los psicólogos, organizan e interpretan las impresiones sensoriales con el fin de darle un sentido a lo que reciben del entorno. Pero lo que uno percibe no equivale exactamente a la realidad objetiva, debido a que puede haber diferentes interpretaciones frente a un mismo hecho.
Existen tres factores que determinan esta interpretación diferenciada de la realidad: los que corresponden al receptor – observador (actitudes, motivos, intereses, experiencia, expectativas); los que se relacionan con la situación (tiempo, entorno de trabajo, entorno social); y los que atañen al objeto mismo de la percepción(novedad, movimiento, sonidos, tamaño, antecedentes, proximidad, similitud, etc.)
De esta manera, un error que hay que evitar es dar por descontado que todas las personas en las organizaciones van a percibir un hecho determinado de la misma forma. Ocurre con frecuencia, por ejemplo, que la gerencia toma una decisión determinada y supone que todos van a asumirla tal cual fue aprobada.
Pero si no se comunica adecuadamente esa decisión, tomando en cuenta los intereses y características de esos equipos e individuos, hay un riesgo de que sea malinterpretada o rechazada. Los seres humanos tienen ideas, creencias, motivaciones e intenciones particulares que los distinguen. Esto también se refleja en grupos de individuos que comparten una misma forma de ver las cosas, lo que los distingue de otros. Por ello hay que comprender adecuadamente los procesos de percepción en las organizaciones y gerenciar adecuadamente los mensajes que en ella se ofrecen.
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